La madera es una forma ecológica de generar calor en un hogar si se utiliza la madera correcta en la estufa de leña.
Nuestros árboles producen oxígeno durante el día a través de la fotosíntesis y dióxido de carbono por la noche, por lo que al quemar madera no estamos afectando el equilibrio de la naturaleza siempre que los árboles talados sean reemplazados por un nuevo crecimiento al mismo ritmo.
Las maderas duras son mucho más densas que las blandas como el abeto y, a medida que crecen más lentamente, la madera tiene menos espacios de aire y, por lo tanto, menos retención de agua. Esto significa que el poder calorífico en términos de calor es mucho más alto en las maderas duras hasta un 80% mientras que las maderas blandas pueden tener solo un poder calorífico de hasta un 40%. Cuanto mayor sea el valor calorífico de la madera que se quema en una estufa de leña, mejor, ya que produce temperaturas más altas dentro de la estufa de leña y, por lo tanto, una combustión más limpia y menos contaminación en nuestra atmósfera.
Hoy en día, las mejores maderas para su estufa de leña se pueden comprar y entregar a su hogar en cantidades razonables directamente de una granja de madera. Estas granjas a menudo se especializan en el crecimiento de madera dura, cortando y replantando al mismo tiempo. Después de la tala, la madera se corta en tamaños de aproximadamente 300 mm x 100 mm y se seca con un proceso de secado en horno.El secreto es que una vez que la madera curada está en sus instalaciones, manténgala seca en el interior o colóquela en un almacén de troncos al aire libre, de los cuales hay una variedad. en el mercado.
Hora de publicación: Jul-29-2020